martes, 10 de julio de 2012

Muñecos de Tarta de Boda

Seguramente ya lo sabréis, porque he publicado aquí un Post con las manualidades que preparamos para nuestra boda, pero el caso es que los muñecos de la tarta, hechos de tela, tuvieron tantísimo éxito y son tan tremendamente chulos, que a Luisa le pidieron que hiciese otros para otra boda.

Esta vez los hicimos con más tiempo, y nos acordamos de ir sacando fotos al proceso, así que aquí tenéis todo lo necesario para haceros unos muñecos de boda personalizados tremendamente molones.

Lo primero son los patrones. He creado un PDF de dos páginas con todos los patrones necesarios para hacer los muñecos y la ropa.
Podeis descargar de aquí los Patrones para muñecos de boda.
Recordad que la técnica general será recortar la tela algo más grande que los patrones, coser por las líneas, y luego dar la vuelta para que las costuras y la tela sobrante quede por dentro.


Bien, lo primero que tenemos que hacer es el cuerpo de los muñecos. Los dos muñecos son iguales, no hemos hecho diferencias entre el chico y la chica, y constan cada uno de dos piezas iguales cosidas entre si.
Recordad no coser todo el contorno, ya que luego hay que darles la vuelta.
En nuestro caso dejamos sin coser la parte de arriba de la cabeza, que nos sirve para darle la vuelta a la tela, para introducir el esqueleto metálico y para meter dentro el relleno.
Dejar el hueco ahí tiene varias ventajas, una de las cuales es que esa costura quedará tapada luego por el pelo, así que no se notará aunque no quede tan bonita.


El siguiente paso es hacer el esqueleto metálico. Este esqueleto le dará estabilidad al muñeco, hará que mantenga mejor la forma, y sobre todo, nos dejará mover los muñecos y dejarlos en la pose que queramos.

Nosotros utilizamos alambre de hierro de 1mm de diámetro. Es lo suficientemente fino como para doblarlo con los dedos, pero bastante rígido como para sostener luego al muñeco.

Aunque el alambre se puede doblar con las manos,  es necesario utilizar unos alicates para las partes con las curvas más cerradas y para los ángulos. Estos de punta fina me funcionan especialmente bien para esas cosas.

Utilizando el cuerpo que ya tenemos recortado como plantilla, hacemos la base del esqueleto, que incluye la cabeza, el tronco y las piernas.

Las puntas van dobladas y cerradas sobre sí mismas por dos razones. Primero, para que no agujereen la tela cuando metamos el esqueleto, que os puedo asegurar que pasa. Os puede destrozar el cuerpo de tela del muñeco a la mínima.
La segunda razón es que deja un pequeño agujero en la punta de los pies, lo que nos permitirá coser el cuerpo de tela al esqueleto para evitar que se salga del sitio.
En la primera prueba no cosimos el esqueleto, y ahora se le acaba el "hueso" a la altura de la rodilla. Un churro, vamos.

Vale, ahora seguimos con los brazos.
Se coge una tira más o menos larga de alambre, y se le da una vuelta justo por debajo del cuello. Se aprieta bien con los alicates para asegurarnos de que se queda en el sitio (No pasa nada si tiene juego y se mueve arriba y abajo, ya que luego las manos irán cosidas, pero es más fácil de manejar si conseguís que se quede estable).
Se doblan las puntas hacia adentro, como ya vimos en los pies, y se corta el alambre que sobre. Y con esto ya tenemos acabada la estructura del esqueleto. Bastante fácil ¿Eh?

Como último toque, es necesario poner algún tipo de cinta o similar tapando los finales de los alambres. Aunque hemos doblado las puntas para que no queden hacia afuera, aún pueden engancharse si intentamos quitar el esqueleto, o tener algún saliente que puede estropear la tela.
Con un poco de cinta aislante o cola térmica solucionamos el problema, y nos aseguramos de que el esqueleto ya no tiene ningún tipo de esquina que nos pueda molestar.

Y una vez listo el esqueleto, solo hay que doblarlo un poco para conseguir meterlo por el cuello, colocarlo en su sitio, meter el relleno por el hueco de la cabeza, y coser la abertura.
¡Y listo!, ya están los cuerpos de los novios rematados.

Claro que estos cuerpos así sin más quedan bastante sosos.
Lo siguiente será el pelo. Como con las piezas del cuerpo, se recorta un poco más de tela, se cose por la línea y se da la vuelta. La verdad es que es bastante sencillo. 
 También se puede hacer el pelo con hilos de lana, que queda bastante vistoso. Nosotros preferimos utilizar fieltro y darle el peinado con el corte, pero hay cantidad de opciones.

Lo siguiente es la ropa.
El chico lleva Camisa, Pantalón y Chaleco. De nuevo, recortamos los patrones un poco grandes y cosemos por la línea, para después dar la vuelta al conjunto.
Aquí tenéis  una foto del proceso, con las distintas piezas hilvanadas, listas para coser, y luego dar la vuelta.

El vestido de novia, como únicamente tiene dos piezas es más fácil. Igual que el resto, se cortan para que sobre, se cose por las líneas y se da la vuelta.

Acordaos de probarles la ropa antes de coserla, ya que os pueden haber quedado un poco más gordos o más flacos que los nuestros, y luego la ropa les puede quedar apretada o floja. Después de hilvanar es bueno probar para ir ajustando y que quede perfecto.

Y bueno, una vez colocado el pelo y la ropa, quedan más o menos así:

No me cansaré de recalcar esto. Entre estas dos fotos hay horas de trabajo, retoques, ajustes, y la mano experta de Luisa que ya lleva tiempo cosiendo. No os desaniméis si no os queda bien a la primera, por que lo normal es que no salga bien a la primera.
En algún lado leí que un gran problema que tenemos hoy en día con este tipo de tutoriales y similares, es que la gente tiene la impresión de que esto nos salió a la primera y lo terminamos en cinco minutos, pero claro, eso es por que no ponemos aquí los dos cuerpos que tuvimos que tirar por que no habían quedado bien cosidos, o el primer diseño de esqueleto que no cabía por el cuello y no se podía poner.

Pues eso, haced estas cosas con calma y repetid lo que no os guste como queda, añadid vuestras propias modificaciones y detalles, y luego me mandáis una foto para que podamos sentirnos orgullosos.

Bueno, me dejo de líos y sigo al meollo.
En los muñecos de nuestra boda utilizamos unos botones para los ojos, pero a esta pareja no le hacía demasiada gracia la idea, así que Luisa le bordó los ojos y la boca.

Aquí podéis ver cómo quedaron los muñecos una vez bordada la cara, y las distintas piezas de ropa por separado.


Os habréis fijado en que hay algunos detallitos, como el liguero o la corbata de los que aún no hemos hablado. Bueno, pues vamos con ellos.


Personalmente me encantan los detalles. Son lo que os va a permitir darle un toque de estilo a los muñecos, y si ya sabéis para quién se los vais a hacer, podéis aprovechar para poner alguna cosa significativa.

Empezamos por el ramo, algo que no le puede faltar a una novia que se precie.
Luisa encontró estas florecillas de tela tan simpáticas ya hechas, con la cinta verde y todo, y lo único que tuvo que hacer fue coser varias juntas para hacer un ramo.
Si no encontráis florecillas de estas, hay varias maneras de hacerlas en tela, seguro que encontráis unas cuantas buscando un poco por Youtube. Si conseguís saber cómo va a ser el ramo de la novia y hacéis uno parecido, será un puntazo muy grande.

Otra cosa que no puede faltar hoy en día es el liguero. Quizás os preguntéis ¿Cómo le ponéis liguero, y la dejáis sin bragas?. Bueno, tengo que decir que ya se nos acababa el tiempo y por muy sorprendente que pueda parecer, hacer unas bragas es más complicado que hacer un liguero.
Para hacer el liguero utilicé hilo de nylon. Es el hilo con pinta de plástico que se utiliza para pescar. Por supuesto, se puede utilizar hilo normal para hacerlo, pero el hilo de nylon tiene una ventaja, y es que como es un hilo duro, se puede prescindir de la aguja.

Bueno, vamos al meollo ¿Cómo se hace el liguero?
Primero necesitamos el material, hilo (de nylon en este caso) y una cinta fina de tela suave. Vamos atravesando la cinta todo a lo largo haciendo un zigzag.
La idea es ir pasando el hilo cada medio centímetro de arriba abajo, y de abajo arriba. Os harán falta unos diez centímetros de cinta.
Una vez tengamos la cinta pasada por el hilo, la apretamos contra un lado, y hacemos algo parecido a una gorguera (esos chismes de tela haciendo zigzag que se llevaban en el cuello en el medievo, seguro que os suena de algún cuadro clásico)
Se ata directamente en la pierna (para ajustar así bien el tamaño) y se cortan los hilos sobrantes. Y listo, ya está el liguero terminado.

La corbata es el complemento de hombre por excelencia, así que decidí que estaría bien ponerle una al chico.
Utilicé una cinta de tela normal de un ancho adecuado, y simplemente hice el nudo normal de la corbata (El medio Windsor, que es más sencillo)
Hay un montón de tutoriales sobre cómo hacer el nudo de la corbata por internet. Escoged uno simple, porque es complicado hacerlo tan pequeñito, y si no os sale a la primera, lo volvéis a intentar, que no lleva demasiado tiempo, y queda super cuco.
Os daréis cuenta de que la camisa no tiene cuello.... bueno, no llegamos a poner tanto detalle, y la corbata no luce tanto como debería, pero queda super simpática igualmente, así que no os amedrentéis por detalles como ese.


El velo es un trozo de gasa doblado y planchado, para que aguante la forma lleva una flor con un alfiler para aguantarlo en el sitio. La verdad es que no tiene mucho secreto.

Podeis ver cómo quedaron los muñecos una vez rematados:





Ahora llega el momento de preparar los muñecos para colocarlos en la peana, ya que no es lógico apoyarlos directamente en la tarta... quedarían asquerosos y tremendamente sucios.

La primera vez compramos un trozo rectangular de acetato transparente, le lijé las esquinas para que quedasen un poco mejor, y le pasé los cantos por una piedra de afilar para que quedase un poco pulido.
Esta vez teníamos más tiempo, así que encargamos la peana ovalada, y ya nos dejaron los bordes perfectamente trabajados y pulidos.

Para conseguir la peana nosotros fuimos a un sitio en el que se dedican a hacer rótulos para tiendas y similares. Tienen una máquina que corta madera, acetato e incluso metal con la forma que quieran, y no es el único local que conozco en el que hacen trabajos de este tipo.
Si buscáis dónde hacen rótulos es probable que os encontréis con que os pueden hacer la peana con la forma que queráis, y no demasiado cara, ya que no gasta demasiado material. Además, como trabajan con la imagen de las empresas, suelen poner mucho cuidado con los detalles.

Podéis ver que esta peana no tiene un solo arañazo, y los bordes están perfectamente pulidos y redondeados.

Para que los muñecos se queden en el sitio utilizamos imanes. Es mejor si son pequeñitos y muy potentes. Hoy en día ya es fácil encontrar imanes de neodimio, que son muy potentes y bastante compactos.

Como no teníamos claro dónde iban a ir los pies de los muñecos, encargamos la peana sin los huecos para los pies, y luego los hicimos en casa con un taladro. Quedará mejor y os ahorraréis problemas si tomáis medidas antes y os lo hacen junto con la peana.
La idea es dejar un hueco redondo lo suficientemente grande como para introducir los pies dentro, para darle un poco de estabilidad, y pegar un imán en el fondo del agujero, y otro en los pies, para que se queden pegados.
Yo pegué los imanes con cola térmica. Funciona bastante bien y apenas se nota, y aunque no es el sistema más estable del mundo, aguanta bastante bien, y los muñecos se pueden quitar de la peana para cambiarlos de postura y para jugar con ellos. (O para poner en la nevera aprovechando que tienen imanes)


Y ya para terminar, un ejemplo de lo divertido que es jugar con estos muñecos.
Luisa decidió que habían quedado tan monos que tenía que hacerles sesión fotográfica.



Y con esto ya termino el post de los muñecos de boda. Espero que os haya gustado y que os sirva para sacar ideas para hacerles a vuestros amigos (o a vosotros mismos) unos muñecos personalizados, originales, y tremendamente monos.

Luisa ya está en proceso de hacernos unos para quedarnoslos nosotros (que nos dio mucha pena regalar los de nuestra boda, pero no importó porque a los que los recibieron les hicieron muchísima ilusión). Así que quizás actualicemos el post dentro de poco con algunas fotos más.

Yo por mi parte ya le propuse a Luisa hacerle una casita de muñecas a nuestra ahijada, y hacerle unos cuantos muñecos de estos. Pero de momento aún es muy pequeña, así que el bricolaje tendrá que esperar.

lunes, 25 de junio de 2012

Postre de gelatina súper simpático.

Bueno, el post de hoy es un experimento en dos frentes.
Por un lado, es el primer post que hago utilizando únicamente el móvil. He sacado las fotos con el móvil, las he editado y recortado en él,  y he utilizado la aplicación de Blogger para escribir y publicar el post.
Por otro lado, es la primera vez que hago gelatina a partir de un cóctel, y es la primera vez que pruebo esta presentación.

 
Simpático ¿Verdad?
Pues eso que veis ahí es gelatina hecha en la propia piel de la naranja. No me voy a atribuir el mérito de la invención. Vi una foto en alguna página de Internet que ahora no recuerdo, y me gustó tanto la idea que no pude más que hacerlo en casa.
La foto original que yo vi creo que era gelatina de naranja normal y corriente, pero como esta la íbamos a tomar adultos me apetecía probar algo un poco más exótico, así que en lugar de hacer la gelatina con el zumo de naranja decidí hacer la gelatina con un cóctel que llevase zumo de naranja. La solución obvia era un Destornillador, que lleva dos partes de zumo de naranja y una de vodka.
Y con esa idea en mente empezamos el proceso. Eso fue lo que me hizo falta:



Naranjas. Cogí una bolsa de dos kilos, porque éramos unas cuantas personas, y aún así sobró para el siguiente día. Son naranjas de postre porque tienen la piel más gruesa que las de zumo, y así es más fácil el proceso de preparar los «moldes»


Vodka. El otro ingrediente del cóctel. No tengo ni idea de bebidas alcohólicas, así que cogí una marca que me sonaba.

 
Gelatina neutra. No tiene sabor, y se usa para hacer gelatina de cualquier líquido que queráis. La venden en láminas o en polvo. En el propio paquete os vienen las proporciones que tenéis que utilizar y las instrucciones, que suelen ser tan sencillas como disolver en el líquido caliente, echar en el molde y dejar enfriar.

Y nada más. La verdad es que no necesita gran cosa, y esa es una de las razones por las que me gusta tanto esta receta.







Podéis hacer lo mismo con cualquier otra bebida, y hacer gelatina de té, de café o de mojito. Eso sí, recordaros que para que le guste a la gente seguramente necesitéis echarle algo más de azúcar de lo normal, ya que se espera que las gelatina sean dulces.

Bueno, vamos al tema.
Lo primero es cortar las naranjas en dos y exprimirlas para sacarles el zumo. Intentad no estropear la cáscara, ya que la necesitaremos luego para utilizarla como molde para las gelatinas.
 

Una vez listo el zumo hay que limpiar las cáscaras. La idea es dejar a la vista la parte blanca de la piel, quitando los restos de los gajos. De nuevo, si las naranjas tienen una piel un poco gorda el proceso es más fácil.
Al final os debería quedar algo así:
 

Ahora toca hacer el cóctel. En mi caso fue tan sencillo como ver cuánto zumo de naranja había sacado, y añadir la mitad de esa cantidad de vodka. Un poco de azúcar, se revuelve todo, y listo el cóctel.
Una vez lista la mezcla, se pone a calentar en un cazo y se le echa la gelatina. No es necesario que llegue a hervir, se puede tener a un fuego medio mientras se disuelve la gelatina.
La gelatina en láminas hay que tenerla cinco minutos a remojo en agua fría antes de echarla a la mezcla, leed bien las instrucciones de la gelatina por si acaso la que vosotros compráis no es igual.
Una vez disuelta la gelatina, colocamos las pieles de las naranjas en algún recipiente que impida que se muevan, y os aseguráis de que están horizontales.
Se va echando la mezcla en los cuencos de naranja, hasta llenarlos.
 



Hacerlo con cuidado y no tengáis prisa, la gelatina tarda bastante en espesar, así que tenéis un montón de tiempo, no hay prisa.
Una vez hecho esto ya sólo queda dejarlo en la nevera durante unas horas. Seguramente tenga que estar en la nevera un mínimo de tres horas antes de que podáis sacarlas para cortarlas.

Esta es la pinta que tienen una vez gelatinizadas:


Ahora sólo queda cortarlas a la mitad para que les quede la forma de gajo, y así poder comerlas más cómodamente.
 

Para que el corte quede bien, considero que lo mejor es tener un cuchillo grande bien afilado, para realizar el corte en un único movimiento. Si mojamos el cuchillo en agua caliente se nos pegará menos a la gelatina y tendremos menos problemas para hacer un corte limpio.
Y listo, ya está todo terminado. Servir frío y dejad que los invitados disfruten, se sorprendan, y se pregunten cómo habéis hecho para conseguir gelatina en forma de gajo.


Pd. Al final he tenido que terminar de hacer el post en el ordenador. La aplicación de Android deja mucho que desear, no permite colocar las imágenes (Aparecen todas al final, mezcladas) y según el terminal ni siquiera muestra bien los acentos, eñes y similares, reduce muchísimo el tamaño de las imágenes (aunque eso se puede configurar), y en general no es demasiado cómodo para según que cosas.
Así que de momento, a no ser que los posts sean muy sencillos, seguiré necesitando el ordenador para poder publicarlos como Dios manda.